Información General
- Nivel: Abejitas Laboriosas
- Sección: Mi mundo
Requisitos
1. Memorizar y explicar dos de los siguientes versículos bíblicos sobre escuchar:
- Santiago 1:19
- Jeremías 29:11 y 12
- Jeremías 13:15
- Proverbios 1:8
- Isaías 59:1
2. Contar una de las siguientes historias bíblicas sobre escuchar:
- Samuel escuchando – 1 Samuel 3
- Jesús escuchando – Lucas 2:41-49
3. Aprender los siguientes principios sobre el escuchar:
- Escuchar a Dios.
- Siempre estar listo para escuchar: «Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse» Santiago 1:19
- Ser paciente. Escuchar toma tiempo, pero la recompensa es superior a la inversión.
- Ser obediente. Escuchar y responder la primera vez que se da una instrucción.
- Ser bondadoso. Escuchar es en don, entonces ser el primero en escuchar. Ser un buen modelo para seguir.
- Ser respetuoso. Escuchar a otros y dejar que terminen su historia antes de hablar.
- Ser atento. Poner atención mientras otros hablan.
4. Hacer una manualidad que relaciona con escuchar.
5. Jugar un juego de escuchar.
Ayudas
1. O busque otros versículos acerca de escuchar.
2. Anime la creatividad (dramas o pantomimas) mientras los niños aprenden acerca de los hábitos de escuchar. Sea un modelo para seguir acerca del escuchar. Enseñe lecciones acerca del escuchar con canciones o juegos.
Guion: Samuel escuchando
Quizás recuerdan que la madre de Samuel era una mujer llamada Ana. Quería un hijo más que nada, así que oró y le pidió a Dios que le diera un hijo. Ella le prometió a Dios que si le daba un hijo, se lo devolvería al Señor para que lo sirviera todos los días de su vida. Dios le dio a Ana el hijo que ella
pidió y ella mantuvo su promesa a Dios. Cuando el niño tuvo la edad suficiente, lo llevó al templo y lo presentó al sacerdote Elí. Así que Samuel sirvió en el templo a las órdenes de Elí.
Una noche, Samuel estaba durmiendo cuando escuchó que alguien lo llamaba. Se levantó y corrió hacia Elí.
«Aquí estoy, me llamaste» le dijo a Elí.
«Yo no te llamé», respondió Elí, «vuelve a la cama». Así que Samuel volvió a la cama.
De nuevo el SEÑOR llamó: «¡Samuel!» Samuel saltó de la cama y fue hacia Elí. «Aquí estoy; tú me llamaste».
«No te llamé, vuelve a la cama», respondió Elí por segunda vez.
Por tercera vez Dios llamó a Samuel y Samuel se levantó y fue a Elí. «Aquí estoy; me llamaste», dijo.
Finalmente, Elí se dio cuenta de que era Dios quien estaba llamando a Samuel. Le dijo a Samuel: «Ve y acuéstate, y si te vuelve a llamar, di: “Habla Señor, porque tu siervo oye”».
Samuel volvió a la cama y efectivamente, nuevamente escuchó la voz de Dios llamando, «¡Samuel! ¡Samuel!» Esta vez Samuel respondió como Elí le había dicho: «Habla Señor, porque tu siervo oye».
Algunas personas piensan que Dios solo llama a los adultos. Por eso me gusta la historia de Samuel. Samuel era solo un niño cuando Dios lo llamó. Dios conoce tu nombre al igual que conocía el nombre de Samuel y Dios todavía llama a los niños y niñas de hoy diciendo: «Ven, sígueme». Entonces, escuchen por el llamado de Dios y respondan tal como lo hizo Samuel: «Aquí estoy».
Nota: Un buen libro para este es Mis amigos de la Biblia «Samuel» (un libro clásico adventista para niños). Ahora está disponible en DVD (leído por el elenco de audio de Tu Historia Preferida) y CD/MP3.
Guion: Jesús escuchando
Cada año, María, José y Jesús viajaban a Jerusalén para una celebración. Fueron con un gran grupo de amigos y familiares. La fiesta fue muy divertida. Tenían mucha buena comida y le dijeron a Dios cuánto lo amaban.
Cuando terminó la fiesta, María, José y el grupo viajaron de regreso a su casa. (Marchar con los pies) Después de un rato, María y José se dieron cuenta de que Jesús no estaba por ningún lado. Le preguntaron a todos sus amigos y familiares, pero nadie había visto a Jesús. (Ponga su mano en su frente como si estuviera buscando a Jesús.)
María y José se apresuraron a regresar a Jerusalén. Buscaron a Jesús por todas partes. (Ponga su mano sobre su frente como si estuviera buscando a Jesús; luego llame al nombre de Jesús como si lo estuviera buscando.)
Finalmente, lo encontraron. ¿Saben dónde estaba Jesús? Estaba en el templo, hablando con los líderes. ¡Habían estado allí hablando juntos todo el tiempo! Los líderes estaban asombrados de lo que Jesús sabía.
Cuando María lo encontró, le dijo: «Hijo, ¿por qué nos hiciste esto? ¡Tu padre y yo estábamos muy preocupados por ti!»
Jesús preguntó: «¿Por qué tuvisteis que buscarme? Deberías haber sabido que yo estaría donde está la obra de mi Padre». Pero ellos no entendieron lo que él quiso decir.
Jesús fue con ellos a su casa en Nazaret y les obedeció. Escuchó e hizo lo que sus padres le pidieron que hiciera. Jesús siguió creciendo. A la gente le gustaba y también agradaba a Dios.
3. Recompense a los escuchadores ejemplares.
4. Idea didáctica: Juego de rol de lata
Materiales: latas, cuerdas, guiones cortos para que coincidan con las reglas enumeradas
Procedimiento: Use dos latas y una cuerda. Un teléfono de lata es un tipo de dispositivo de transmisión de voz compuesto por dos latas unidas en el extremo cerrado con una cuerda o alambre tenso. Practique hablar y escuchar de una manera que refuerce las reglas enumeradas O muestre los problemas cuando no usamos esas reglas. ¡MUCHO más divertido con latas que con una simple discusión tradicional (sí, las latas son otro tipo de juego de roles)!
5. Idea didáctica: Juego de teléfono
Haga que todos se sienten en un círculo. El instructor comenzará un mensaje susurrándolo al oído del niño a su izquierda. El mensaje continuará alrededor del círculo, de niño a niño, susurrando el mensaje al oído del próximo niño (tenga cuidado de no susurrar lo suficientemente alto como para que otros lo escuchen).
Cuando el mensaje haya dado la vuelta a todo el círculo, pida al último niño que diga el mensaje en voz alta para que todos puedan oírlo. Hable de cómo ha cambiado el mensaje a medida que se movía alrededor del círculo.
Idea didáctica: Sigue al líder, versión 1
Facilite un juego clásico de Simón Dice como una forma de enfatizar la importancia de concentrarse y seguir instrucciones. Diga primero: «Simón dice que se toquen los dedos de los pies» y luego diga «que se sientan en el piso». Si el niño sigue la segunda dirección sin escuchar lo que dice Simón, pierde. Este juego refuerza cómo la escucha efectiva se relaciona con el seguimiento de instrucciones. Para niños mayores, use una imagen que incluya formas geométricas. Dele al niño una hoja de papel en blanco y luego describa la imagen y pídale que dibuje lo que escucha. Compare las dos imágenes y discuta cómo el escuchar las in instrucciones desempeñó un papel en la reproducción de la imagen.
Idea didáctica: Sigue al líder, versión 2
Forme grupos de tres. Pida una persona de cada grupo que cierre los ojos. Pida a los otros dos que lleven a la persona a una distancia mínima de 20 pies (7m) de su grupo.
Diga: Tienen un minuto para volver a su asiento con los ojos cerrados. Tus amigos en tu grupo de guiarán, pero escucha bien.
A los «ciegos» no se les puede llevar de la mano; deben seguir únicamente las instrucciones de los miembros de su grupo. Juegue tres veces para que cada miembro del grupo tenga un turno de ser el ciego. Luego pregunte: ¿Qué tan fácil o difícil fue escuchar las voces de los miembros de su grupo? ¿Cómo te afectaron las instrucciones de otras personas? ¿Qué técnicas usaste para escuchar bien?
Diga: Escuchen esta historia acerca de un niño pequeño que aprendió a escuchar bien y escucho la voz de Dios.
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